Recordar la etapa en la que el juego era totalmente indispensable en mi vida, me ha emocionado mucho, y preocupado a la vez... Hace tanto tiempo que no juego que casi se me ha olvidado el estrés que liberábamos con esta práctica. Yo voy a nombrar dos juegos, a lo que siempre recurría para pasar grandes momentos tanto con mis amigos como yo sola en casa. En primer lugar, el juego colectivo que no podía faltar... ¡es la comba! Si... ese trozo de cuerda o de lo que pilláramos por ahí, con lo que como mínimo pudiéramos saltar. He tenido la gran suerte de vivir mi infancia en una urbanización en la que había muchísimo espacio para poder pasar horas y horas en la calle, me siento muy afortunada por ello y como he podido observar la diferencia con mi hermano, el cual, cuando era pequeño ya vivíamos en otro sitio y no podía hacer lo que yo y mi hermana hacíamos.
Jugar a la comba era realmente fácil aunque tenía una problemática... saber entrar a tiempo para que la cuerda no te diera y te hiciera daño, aunque esto cuando sucedía era bastante divertido, siempre y cuando no fueras tú la victima.
Había infinidad de canciones, pero las que implicaban a más gente eran las mejores, recuerdo también la del "pelotón" donde iban entrando de dos en dos a la cuerda y se iba cantando para acompañar.
Cuando llegaba la noche, y volvíamos a casa, no parábamos de jugar, en este caso, a mi me gustaba mucho jugar a los puzzles, tenía infinidad en casa, y mi padre incluso me construía algunos con las fotos familiares. Conforme iba creciendo, los puzzles lo hacían conmigo, y cada vez eran más grandes... Hasta que por falta de tiempo dejé de formarlos.
Seguro que vosotros también habéis podido disfrutar de estos juegos en vuestra infancia. El objetivo es volver a retomarlos.
Un saludo.
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