La primera práctica de la
asignatura aborda el tema de los hábitos lectores fundamentalmente en la etapa
universitaria.
Respecto a este tema puedo afirmar que, desde que era muy pequeña, he visto a mi madre leer horas y horas seguidas, sentada y relajada en el sofá. Considero que, si a día de hoy, me apasiona la lectura se debe a dos motivos: poder ver a mi madre disfrutar de la lectura y escuchar, cada noche, a mis padres narrarme un cuento.
Durante toda la etapa educativa he leído una gran cantidad de libros. Puedo afirmar que, en el colegio, todos los libros que leí fueron en castellano, mientras que en el instituto realicé muchas lecturas en valenciano e inglés. Entre ellos, destacaría Leyendas (Bécquer, 1991), Lazarillo de Tormes (Rico, Fco. 1999), Zalacaín el aventurero (Pío Baroja, 2003), El caballero de Olmedo (Lope de Vega, 2002), El cavaller de la carreta (Chrétien de Troyes, 1998),o The adventures of Tom Sawyer (Mark Twain, 2003). Respecto a estas lecturas, puedo decir que algunas de ellas me gustaron mucho, pero en la gran mayoría de casos no predominaba el disfrute personal, sino las prisas, la realización de resúmenes, o la preocupación ante la superación de un examen.
Esta misma sensación la he experimentado en mi etapa como universitaria, pues en todas las lecturas se nos ha pedido la realización de reseñas, redacciones o exámenes orales.
Algunas de las lecturas realizadas durante la época universitaria, han sido: Les arracades de la mestra, o Mi escuela sabe a naranja, ambas obras escritas por Mari Carmen Díez.
En muchas ocasiones nos hemos sentido saturadas al tener que realizar una gran cantidad de trabajos, exposiciones, lecturas de libros...con lo cual no hemos podido disfrutar realmente de lo que estábamos leyendo, pues la falta de tiempo muchas veces nos lo impedía.
Como experiencia personal y, respecto a la cuestión mencionada anteriormente, puedo decir que siempre me ha gustado mucho leer, pero debido a los nuevos planes de estudio, a veces, es difícil disponer de tiempo (y de concentración) para poder disfrutar de un libro, pues los estudiantes, además de asistir a las clases, debemos dedicar mucho tiempo a realizar una gran cantidad de prácticas, trabajos, así como lecturas de libros obligatorias. Es por ello que el poco tiempo libre del que dispongo lo empleo para salir de casa y despejarme. Esto lo podemos relacionar estrechamente con un dato incluido en el artículo propuesto: “entre los estudiantes universitarios, la lectura se relaciona estrechamente con la función referencial/utilitaria, más que con las funciones estética y de recreación”.
En cambio, en las épocas en las que dispongo de más tranquilidad (después de exámenes finales, verano, etc.) aprovecho para sentarme a leer y disfrutar realmente de los libros, pues considero que para poder meterte en la historia y disfrutar de la misma, el nivel de relajación y concentración debe ser máximo. Así, algunos de los libros que he leído por placer personal, han sido:
Respecto a este tema puedo afirmar que, desde que era muy pequeña, he visto a mi madre leer horas y horas seguidas, sentada y relajada en el sofá. Considero que, si a día de hoy, me apasiona la lectura se debe a dos motivos: poder ver a mi madre disfrutar de la lectura y escuchar, cada noche, a mis padres narrarme un cuento.
Esta misma sensación la he experimentado en mi etapa como universitaria, pues en todas las lecturas se nos ha pedido la realización de reseñas, redacciones o exámenes orales.
Algunas de las lecturas realizadas durante la época universitaria, han sido: Les arracades de la mestra, o Mi escuela sabe a naranja, ambas obras escritas por Mari Carmen Díez.
En muchas ocasiones nos hemos sentido saturadas al tener que realizar una gran cantidad de trabajos, exposiciones, lecturas de libros...con lo cual no hemos podido disfrutar realmente de lo que estábamos leyendo, pues la falta de tiempo muchas veces nos lo impedía.
Como experiencia personal y, respecto a la cuestión mencionada anteriormente, puedo decir que siempre me ha gustado mucho leer, pero debido a los nuevos planes de estudio, a veces, es difícil disponer de tiempo (y de concentración) para poder disfrutar de un libro, pues los estudiantes, además de asistir a las clases, debemos dedicar mucho tiempo a realizar una gran cantidad de prácticas, trabajos, así como lecturas de libros obligatorias. Es por ello que el poco tiempo libre del que dispongo lo empleo para salir de casa y despejarme. Esto lo podemos relacionar estrechamente con un dato incluido en el artículo propuesto: “entre los estudiantes universitarios, la lectura se relaciona estrechamente con la función referencial/utilitaria, más que con las funciones estética y de recreación”.
En cambio, en las épocas en las que dispongo de más tranquilidad (después de exámenes finales, verano, etc.) aprovecho para sentarme a leer y disfrutar realmente de los libros, pues considero que para poder meterte en la historia y disfrutar de la misma, el nivel de relajación y concentración debe ser máximo. Así, algunos de los libros que he leído por placer personal, han sido:
- Perder la piel (Allué, Marta), basado en el relato de una mujer que sufre un accidente de tráfico, sufriendo quemaduras en gran parte de su cuerpo.
- ¿Quién se ha llevado mi queso? (Spencer Johnson, M.D), historia que nos ayuda a entender que no debemos rendirnos ante los obstáculos que se presentan en nuestras vidas.
Además, actualmente, he retomado la lectura del segundo libro de la trilogía de Cincuenta sombras de Grey, Cincuenta sombras más oscuras, el cual entremezcla una historia de amor con algunas escenas eróticas.
Por otro lado, he de decir que nunca leo libros en formato digital, pues me parece más incómodo leer un libro a través de una pantalla que en edición de papel. En cambio, sí sigo algunos espacios en Internet, tales como blogs o redes sociales.
Para finalizar, he de decir que, como futura maestra de educación infantil, considero que es fundamental que los adultos seamos modelos lectores para los niños, debiendo fomentar la motivación y ayuda necesaria, para que, desde pequeños, se adentren en el maravilloso mundo de la lectura.
Estupenda reflexión. Al igual que tu compañera señalas la importancia de la familia para el desarrollo de los hábitos lectores. Presentas una buena selección de obras y una estupenda predisposición.
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