Aún
recuerdo cuando tenía 4 años recién cumplidos y mis padres me pusieron por
primera vez la película de “La Sirenita”, y a pesar de que yo nunca he sido de
jugar con muñecas porque no me gustaban me emperré en que quería que mis padres
me compraran la muñeca de la barbie Sirenita y hasta que no la conseguí tuve
pataletas días y noches hasta que la conseguí, ya que mi madre decía que si no
iba a jugar con ella para que la quería, vamos cosas de madre. Pero no fue así
sino más bien todo lo contrario me encantaba jugar con ella, peinarla, crear
historias y hoy por hoy, aunque ya no juego con ella todavía la conservo con
mucho cariño.
Otro
juguete con el que también pasaba horas y horas jugando cuando ya era un poco
más mayor y el cual también me encantaba era la casa de pin y pon, ese
armatoste rosa con el que podías ir a todos lados porque se convertía en maleta
y podías montarlo en cualquier sitio y en el que podías hacer de todo en el, ir
al parque, pasear, ir a comprar, tener una casa, etc… Pero este no corrió la
misma suerte que la sirenita y de tanto llevarlo de aquí a allá al final se
rompió, una lástima la verdad.
Pienso
que actualmente todo esto se está perdiendo y que los niños de hoy en día con
los ordenadores y las nuevas tecnologías prefieren pasarse el día jugando
delante de una pantalla que como lo hacíamos nosotros a su edad, lo que es una
pena porque muchos de ellos no saben lo que es tener un juguete preferido y lo
que es conservarlo con el paso del tiempo.
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