miércoles, 9 de octubre de 2013

Faustina, mi alter ego


¿Queréis saber algo de mí?, pues allá vamos. Aunque antes debéis saber que todo lo que cuente debe quedar entre nosotros/as, si no es así, descubriré quién se ha ido de la lengua, y las consecuencias serán terribles. Tenéis que saber que tengo muchos contactos, muchas personas que trabajan para mí y, podría arruinaros la vida. ¿Ha quedado claro?

Dicho esto, mi nombre es Faustina, pero mis compañeras de juego (me refiero a las marujas con las que paso las tardes en la plaza jugando al chinchón, a la brisca o al dominó), me conocen como Cruella de Vil ¿Por qué será?.  La vedad, es que estoy segura de que todas ellas me tienen una envidia que se mueren, porque soy la más elegante de todas y la más guapa.


Nací en el año 1933 en Madrid, pero cuando era pequeña mis padres y yo fuimos a vivir a Sevilla, y aquí pienso morirme. Aunque en un futuro, ¡todavía estoy en la flor de la vida!
Lo que más ansío en la vida es el dinero, no me importa qué hacer o a quién pisotear para conseguirlo. Por eso, cuando tenía 20 años conocí a un “pánfilo” con mucho dinero, me casé con él y tuve una niña, mi hija Macarena (que por cierto, no ha parado de darme disgustos en la vida).

Macarena siempre ha querido ser bailarina, sobre todo cuando conoció a Julen, un malabarista de “chichinabo” que no tenía donde caerse muerto. Ella creía que yo no sabía de este romance, pero como he dicho anteriormente, tengo muchos contactos.

Bueno, retomando el tema del que os hablaba… ¿Mi hija bailarina de un circo? ¡Ese es un trabajo de pobres!. Además, Macarena tenía que casarse con alguien que tuviera mucho dinero y, el candidato ideal era Cayetano, un empresario con mucho prestigio en la ciudad. Pero ese Julen se entrometió en mi proyecto de casar a mi hija con Cayetano, y yo no podía consentirlo.


El malnacido consiguió que Macarena dejase a Cayetano y se fuese con él para bailar por todo el mundo, pero estaba segura de que eso no iba a quedar así, por lo que diseñé un plan perfecto para que mi hija volviera y se alejara de Julen: “Fingir estar muy enferma”. Así, Macarena retomó la relación con Cayetano, aunque yo lo llamo “La cartera con patas”, pobre idiota.
Os aviso de que Macarena no puede enterarse de todo lo que os he contado porque si lo hiciera dejaría de hablarme para siempre, y lo más importante, ya no podría sacar más dinero al bobo de su marido. Aunque por lo que pudiera pasar ya le he echado el ojo a otro tonto con pasta, Avelino, una reliquia de 90 años. Mi plan ahora es conseguir que me deje toda su herencia, y si no lo hace, pues veremos cómo me las ingenio…

Espero que mantengáis vuestras bocas cerradas, si no, ya sabéis que iré a por vosotros/as.

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