¿Queréis saber algo de mí?, pues allá vamos.
Aunque antes debéis saber que todo lo que cuente debe quedar entre nosotros/as,
si no es así, descubriré quién se ha ido de la lengua, y las consecuencias
serán terribles. Tenéis que saber que tengo muchos contactos, muchas personas
que trabajan para mí y, podría arruinaros la vida. ¿Ha quedado claro?
Dicho esto, mi nombre es
Faustina, pero mis compañeras de juego (me refiero a las marujas con las que
paso las tardes en la plaza jugando al chinchón, a la brisca o al dominó), me
conocen como Cruella de Vil ¿Por qué será?. La vedad, es que estoy segura de que todas
ellas me tienen una envidia que se mueren, porque soy la más elegante de todas
y la más guapa.
Nací en el año 1933 en Madrid, pero cuando era
pequeña mis padres y yo fuimos a vivir a Sevilla, y aquí pienso morirme. Aunque
en un futuro, ¡todavía estoy en la flor de la vida!
Lo que más ansío en la vida es el dinero, no me
importa qué hacer o a quién pisotear para conseguirlo. Por eso, cuando tenía 20
años conocí a un “pánfilo” con mucho dinero, me casé con él y tuve una niña, mi
hija Macarena (que por cierto, no ha parado de darme disgustos en la vida).
Macarena siempre ha querido ser bailarina, sobre
todo cuando conoció a Julen, un malabarista de “chichinabo” que no tenía donde
caerse muerto. Ella creía que yo no sabía de este romance, pero como he dicho anteriormente, tengo muchos contactos.
Bueno, retomando el tema del que os hablaba… ¿Mi hija bailarina de un circo? ¡Ese es un trabajo de pobres!. Además, Macarena tenía que casarse con alguien que tuviera mucho dinero y, el candidato ideal era Cayetano, un empresario con mucho prestigio en la ciudad. Pero ese Julen se entrometió en mi proyecto de casar a mi hija con Cayetano, y yo no podía consentirlo.
Bueno, retomando el tema del que os hablaba… ¿Mi hija bailarina de un circo? ¡Ese es un trabajo de pobres!. Además, Macarena tenía que casarse con alguien que tuviera mucho dinero y, el candidato ideal era Cayetano, un empresario con mucho prestigio en la ciudad. Pero ese Julen se entrometió en mi proyecto de casar a mi hija con Cayetano, y yo no podía consentirlo.
El malnacido consiguió que Macarena dejase a
Cayetano y se fuese con él para bailar por todo el mundo, pero estaba segura de
que eso no iba a quedar así, por lo que diseñé un plan perfecto para que mi
hija volviera y se alejara de Julen: “Fingir estar muy enferma”. Así, Macarena
retomó la relación con Cayetano, aunque yo lo llamo “La cartera con patas”,
pobre idiota.
Os aviso de que Macarena no puede enterarse de
todo lo que os he contado porque si lo hiciera dejaría de hablarme para
siempre, y lo más importante, ya no podría sacar más dinero al bobo de su
marido. Aunque por lo que pudiera pasar ya le he echado el ojo a otro tonto con
pasta, Avelino, una reliquia de 90 años. Mi plan ahora es conseguir que me deje
toda su herencia, y si no lo hace, pues veremos cómo me las ingenio…
Espero que mantengáis vuestras bocas cerradas,
si no, ya sabéis que iré a por vosotros/as.
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