miércoles, 16 de octubre de 2013

Nathan, mi alter-ego perdidamente enamorado de Dorotea.




Aquí estoy, esperando una noche más a mi queridísima Dorotea, que ahora está por la ciudad… ¡¡¿¿Haciendo qué a estas horas??!! Pues con la amiga esa que se ha echado… La Marmitaco, ahora resulta que van de heroínas, si como leéis, intentan que la gente hable bien, mirarme a mí, un inglés de pura cepa, de los que piensan que ¡el Golden Gate y el Big Ben son lo mejor del mundo! y en unos años, ya se hablar y escribir mejor que el autor del Quijote, vamos… ese no sabe nada en comparación a mí... que el otro día fui a leer su GRAN obra, de la que toda España se siente orgulloso pero que nadie ha leído... y ¡¡todas las palabras están mal!!, no se entiende nada de nada…
El caso es que se han aliado, y van con unas capas (bastante ridículas, todo hay que decirlo) corrigiendo a la gente a diestro y siniestro por la calle, como si a los españolitos les importara escribir bien o hablar bien… ¡Si les da igual!
Pero bueno esto no es nada… lo peor es que tengo TODO el día a la Marmitaco en casa, que bueno, no esta del todo mal que esté haciendo la tonta con mi mujer, pero leñes, ¿la tengo que aguantar también en mi casa? ¡¡Que no me deja ni poner los pies en la mesita cuando veo al Chelsea C.F.!! Un sufrimiento total… Si yo lo único que quiero es estar con mi love en casa, que aún encima me deja a cargo de los hijos que tuvo con el “torero”, bueno más bien, matador de toros… que ¿cómo se les ocurre a estos españolitos de hacer eso con los animalillos? Es un horror… Y los hijos, quieren también ser matadores… ¿os lo podéis creer? Pero bueno, yo no permitiré tal cosa, no.
Ay mi Dorotea… Ay… ¡Señor mío! ¡Que ya viene y me he dejado la tapa de váter levantada!


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