jueves, 10 de octubre de 2013

Los últimos siempre serán los primeros

     Quizá habréis escuchado esta semana en los medios de comunicación la nota que hemos obtenido los españoles en cálculo y comprensión lectora según el informe PISA elaborado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Sintetizando, en números estamos los últimos de la lista y en letras los penúltimos.

     Estos resultados son globales, según este informe parte de los ciudadanos españoles tiene problemas para realizar gestiones de su vida cotidiana como por ejemplo, entender un simple recibo de la luz. Las dificultades de compresión lectora es un punto débil de nuestra sociedad y no debería sorprendernos. ¿Qué estamos haciendo mal?. Que generaciones más antiguas tengan estas carencias podría ser comprensible pero, ¿cómo es posible que estudiantes actuales, licenciados, diplomados o personas que hayan obtenido un simple graduado escolar tengan obstáculos de este tipo?.

     Bajo mi punto de vista, la causa reside en el sistema educativo. Si la sociedad aprende a leer letra por letra, sílaba por sílaba, palabras sueltas, oraciones y, por último, grandes textos, ¿por qué  no aprehende el significado de un conjunto de términos sin necesidad de releer el texto?. A la compresión lectora definitivamente no se le otorga importancia dentro del currículum. Se enseña a leer a los ciudadanos por necesidad, por exigencias de una sociedad civilizada y por tanto, el sistema educativo no se debería limitar a "adiestrar" pora saber descifrar un conjunto de caracteres. 

     A raíz de la noticia, los partidos políticos se dedican a echarse la culpa de forma recíproca,  culpando las leyes educativas impuestas por su oposición, leyes que, lo largo de los años,  se van implantando con el único objetivo de comprar votos y demostrar así quién puede más.

    Qué mas añadir si en este circo de país que tenemos las explicaciones lógicas no tienen cabida. Lo único que se me ocurre es hacer una llamada de atención a nosotros mismos, a aquellos que con nuestro ejemplo sí podemos cambiar estos resultados. No es necesario ser licenciado en filología para ser capaz de entender un texto, la práctica y el tiempo son nuestros mejores aliados. Debemos empezar a disputar esta batalla por nuestra propia iniciativa, ya sea para avanzar nosotros mismos o ilustrar a los que nos rodean. 

     No me gusta ser la primera, pero mucho  menos la última. No pido que mi país sobresalga y sea calificado como uno de "los más", pero tampoco me siento orgullosa de que nos hayan tachado de incompetentes a escala internacional. 
   
     Los que me conocéis sabéis que podría continuar comentando un buen rato más, pero creo que sobran las palabras. Solo espero que os arméis de valor para luchar contra esto y para demostrar vuestro ejemplo, ya que nosotr@s tenemos un gran papel aquí dentro. 

Si queréis echad un vistazo a la noticia pinchad aquí. A continuación también os dejo un vídeo documentativo de la nueva:


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